jueves, 1 de enero de 2009

LA DISCULPA

A los amigos que han tenido que sufrir la injusticia, el rechazo y la discriminación por haber nacido para elegir en el sexo sólo una alternativa diferente y haber sido feliz de otro modo, como quien mira con la plenitud de la otra cara de la Luna
Al dolor azul y a los aferrados a la incomprensión… van a tener que entender aunque les cueste más que sangre.

César Eduardo Rojas Márquez


PERSONAJES:

• VITO SALVATO HOMBRE CERCANO A LOS SESENTA.
• ROBERTO RICARDO HOMBRE DE VEINTICINCO AÑOS.
• ROSA SALVATO MUJER DE TREINTA Y CINCO AÑOS.
• JULIO SALVATO HOMBRE DE TREINTA AÑOS.
• PENÉLOPE RICARDO ADOLESCENTE DE QUINCE AÑOS.
• LEOPOLDO SALVATO MUERTO. PAPA DE PENÉLOPE




LUGAR:

Urbe Latinoamericana, preferiblemente capital, de principios del siglo XXI.





PREFACIO
A LA PUERTA DEL TEATRO, MIENTRAS EL PÚBLICO HACE SU FILA DE MODO ORDENADO. LLEGA ROBERTO DESTRUIDO Y CUANDO INTENTA ABRIR LA PUERTA SE DA CUENTA QUE HAN CAMBIADO LA CERRADURA.
JULIO.- ¿Para dónde piensas que vas?
ROBERTO.- Vine a buscar mis cosas... Mi computadora, mis libros, mi ropa.
JULIO.- Es muy tarde. Has debido llevártelo antes de que se muriera la joyita de mi hermano, cuando te dijo mi papá.
ROBERTO.- No quería dejarlo solo en el hospital.
JULIO.- Bueno y nosotros no queremos dejarte entrar a la casa que fue de mi hermano y que ahora es de mi familia.
ROBERTO.- Julio, por favor... Yo lo amo y yo no hice nada malo.
JULIO.- ¿Quién sabe? Porque Leopoldo está muerto.
ROBERTO.- Pero no fue mi culpa.
JULIO.- No es eso lo que dice la viejo... Así que arranca... vuela hacia otro horizonte, pajarraco... si no quieres irte de una con mi hermanito.
ROBERTO.- Otra amenaza...
JULIO.- No; yo soy sólo el ejecutor
INESPERADAMENTE JULIO LE METE UNA PESCOZADA A ROBERTO Y LO HACE RODAR POR EL PISO Y LO APUNTA CON UN ARMA.
JULIO.- Tú sabes cómo es el viejo de violento. Adiós, cuña...
ROBERTO.- Seguro que nos vemos algún día, Julio.
JULIO.- A lo mejor en tu entierro.
ROBERTO.- O en el de tu papá. Dale saludos de mi parte. Dile que tengo un secreto que le hubiera gustado conocer antes de ponerse tan bruto y echarme de mi casa a la calle... de la casa que compartí como pareja con su hijo Leo...
JULIO LEVANTA EL ARMA CON INTANCIÓN DE DISPARAR Y CON LA MISMA ROBERTO SE VA Y JULIO ABRE Y ENTRA.

SE DA SALA. EL PÚBLICO INGRESA.

I
INTOLERANCIA.

AL ENTRAR EL PÚBLICO SOMOS RECIBIDOS POR UNA TARANTELA COLOCADA EN EL VIEJO TOCADISACO Y VITO CON GRAN ARTE ESTÁ PELANDO LOS TOMATES Y PICANDO TOCINETA Y LOS CONDIMENTOS EN CALIENTE, PARA PREPARAR LA SALSA PARA UNA PASTA, MIENTRAS LOS HIJOS –ROSA Y JULIO-, LE OBSERVAN, SIN AYUDAR, COMO SI ÉL ESTUVIERA CREANDO UNA OBRA DE ARTE Y ELLOS PUDIERAN ESTROPEARLA SI LA TOCAN. EN UNA GRAN OLLA TIENE AGUA HIRVIENDO Y EN UN CALDERO VA A JUNTAR LOS INGREDIENTES DE LA SALSA.

VITO.- Sí viene... Viene a cenar con nosotros... Ya lo invité. Además yo he preguntado por todos lados y todo el mundo coincide en decir que está sano y salvo… que el no tiene aquella enfermedad del mio figlio. Viene a cenar con nostros…
ROSA.- ¡¡Pero, papá...!!
JULIO SE MUERE DE LA RISA AUNQUE TRATA DE CONTENERLA. ROSA SE MOLESTA.
ROSA.- No me parece gracioso.
VITO.- Pues no es un chiste y ya lo hice... Y no quiero opiniones... No les estoy pidiendo permiso... Hace mucho que tengo cédula de venezolano, soy mayor de edad y dueño de este domicilio.
ROSA.- ... Yo tengo derecho...
JULIO.- Ya está hirviendo el agua para la pasta, papá.
VITO.- No... te acabas de equivocar otra vez... En esta decisión mía, tú no tienes derecho de nada... Lo perdiste cuando saliste detrás del rabo del orangután que te caía a golpes porque decía que de ese modo te demostraba que te quería... (ECHANDO SAL UNA CABEZA DE AJO Y LA PASTA AL AGUA HIRVIENDO)
ROSA.- Soy tu hija... y tengo derechos... Yo soy la huérfana... la que se quedó al frente de tu hogar cuando mamá se murió, como la única figura femenina que al parecer ha funcionado desde que nos quedamos sin mamá..
JULIO.- ¿Funcionado?
VITO.- Pues perdiste porque si tú eres la atribulada figlia huérfana, io soy el desconsolado viudo, si a ver vamos... (TR) No seas ridícula, Rosa, esta es mi casa. No se la robé a nadie. Me la gané con el sudor de mi frente... fue lo único que me quedó… porque ni deudas tengo... y no estoy dispuesto a que se discuta sobre mi decisión... ni tú... ni nadie... por lo menos mientras que esté vivo…
JULIO.- Yo no he dicho nada, viejo...
VITO.- No, por si acaso... Porque tampoco quiero ronroneos a mis espaldas. (LE DA EL TENEDOR) Toma muéveme ahí para que no se pegue...
JULIO.- (MOVIENDO LA PASTA) Lo único que puedo decir es que ese tipo no es normal.
VITO.- ¿Y quién lo es en esta época? Porque tú eres mi hijo, pero normal no eres.
JULIO.- ¡¡¡Tuky...!!! ¡¡Ya me dieron lo mío!!
ROSA.- ¿Y si es peligroso? Nosotros realmente no lo conocimos nunca...
VITO.- Leo lo conoció... y lo amó... para mí es suficiente...
ROSA.- ¡Leo! ¡Leopoldo! ¡Como si eso fuera garantía de nada! A mi hermano Leopoldo le parecía bien tanto un pordiosero como un payaso de circo con tal de que estuviera provisto de una gran herramienta sexual...
VITO.- ¡Rosa, respeta!
ROSA.- ¿Y si el tal Roberto Ricardo es de esos que están bien vestidos, son simpatiquísimos y bellos, pero es un malandro, un delincuente resentido a punto de atacar en lo que tenga la más mínima oportunidad...?
VITO.- Yo quiero darle una oportunidad... una vez...Yo pequé de soberbio... un egoísta... y no le di ninguna oportunidad al muchacho... no compartí su dolor con mi dolor, que al fin de cuenta era el mismo... porque los dos sentimos los mismo con la muerte del mio benjamin... y yo lo pisotié como una cucaracha, sin pensar sino en mí.
LA LUZ CENITAL NOS INDICA EL APARTE DE VITO.
VITO.- (AL PÚBLICO COMO SI LE HABLARA A ROBERTO AMARGA) Eh, eh, eh... ¿Y dónde crees tú que vas?... No... él no está... porque lo que está ahí esperando para ser cremado es solamente su cuerpo.. Sí... yo sé que lo querías... esta bien que lo amabas...
ROBERTO.- (OFF) Tenga piedad de mí, por Dios.
VITO.- ¿Dios? Lo que un padre tiene que oír... Pero de todos modos no me da la gana...
ROBERTO.- (OFF) Es mi muerto.
VITO.- No... no es tuyo, ese muerto es mío... es el mio figlio… ¡¡Mío…!! Y te agradezco que ni se te ocurra acercarte, ni ahora, ni después, ni más nunca... Y deja de ir al apartamento...
ROBERTO.- (OFF) Le cambió la cerradura…
VITO.- Sí... yo lo mandé a cerrar con la policía...
ROBERTO.- (OFF) Pero allí vivimos… Y tengo mis cosas, mi laptop recién comprado, mi computadora, mi ropa nueva, mis libros…
VITO.- No me interesa... ni porque sea tu ropa nueva ni tu laptop recién comprado... Lo lamento... no te voy a devolver nada... No me da la gana... Todo lo que está en ese apartamento está confiscado... ¿Lo entiendes? Todo lo que está adentro le pertenece a mi Leo... Hasta los recuerdos... y como él no está para decidir y no tuvo mujer y yo soy su padre... ahora todo es mío... todo... Así son las leyes, las verdaderas… así que fuera... ¡¡¡Fuera de aquí!! ¡¡Deja de estar diciendo que fue tu pareja… y dile a la cuerda de degenerados que me imagino que son tus amigos que no los quiero por aquí, porque nosotros somos una familia decente y no queremos maricos ni lesbianas hoy... porque este dolor es mío... Mío y de nadie más... mucho menos de un amanerado ¡¡Fuera mal nacido!! ¡¡Fuera de nuestras vidas para siempre!!!
ROBERTO.- (OFF) ¡¡Eso va a ser imposible, Don Vito!! ¡¡Imposible!!
EL CENITAL SE APAGA Y VITO VUELVE A LA NORMALIDAD.
ROSA.- Ya dije mi última palabra… no quiero que venga…
VITO.- ¡¡Eso va a ser imposible!! (PROBANDO EL CONDIMENTO) Este pimentón está delicioso.
ROSA.- A lo mejor hasta él sí fue el culpable de la muerte de Leopoldo. Tú mismo lo dijiste. ¡¿Quién pudo contaminar de sida nuestro Leo?!
JULIO.- Senda obtusa, Rosa… el que no entiendas el fuego no quiere decir que no existe... No seas ciega...
ROSA.- ¡¿Te vas a poner del lado del enemigo?!
JULIO.- A lo mejor y hasta te estás beneficiando del calor de las llamas.
ROSA.- Yo siempre he pensado que eres así, no porque estés siempre fumado, sino porque a mi mamá se le pasó un poquito el parto y no respiraste a tiempo y por eso te volviste cretino... es decir, casi retardado mental.
JULIO.- No escupas para arriba porque la saliva puede caerte en la cara. Acuérdate que hay muchas maneras de contaminarse con el Sida... y no es un prejuicio
ROSA.- ¿Acaso tú sabes algo que yo no sé?
JULIO.- ¿Yo...? ¿Y por qué?
VITO.- Rosa, hija... estoy convencido que la que tiene problemas de la cabeza eres tú. Te haría bien ver un psiquiatra.
ROSA.- Si tú me acompañas para que te vean a ti también... porque acuérdate que lo que nosotros, comandados por ti, le hicimos al tal Roberto cuando se murió tu hijo menor; no fue una caricia de bebé, papá...
JULIO.- Lo dejamos en la calle, sin ropa, ni sus pertenencias... ni nada... y a lo mejor estaba enfermo como mi hermano.
VITO.- Pero le quedó su amor.
ROSA.- ¡Papa…!
VITO.- El tiempo pasa... Y uno puede haberse equivocado... errar es de humanos y corregir de seres superiores…
ROSA.- (AMARGA) Y la conciencia le hace mucho daño a los moribundos...
VITO.- Rosa, respeta... hoy cenamos con él…Respeta…
ROSA.- ¡¡Respétate tú primero, papá...!! ¡¡Ahora menos que nunca, ese señor merece sentarse en nuestra mesa!! ¡¡Porque si antes no era nuestro enemigo, con todo lo que le hicimos debe estar sentado en la puerta de su casa esperando que pasen nuestros cadáveres!!
(ROSA GIRA Y ENCUENTRA A ROBERTO LLORANDO EN UN BANCO DE PLAZA)
ROSA.- Parece que te duele.
ROBERTO.- Yo lo amaba de verdad.
ROSA.- Por Dios, ¿cómo puedes decir eso? ¿Cómo puedes decir que lo amabas? Mi hermano era un hombre y eso que tú sientes es contra natura.
ROBERTO.- Pero no anti ser humano, porque si no fuera así no habríamos tantos gay en el planeta. Moriríamos al nacer y los heterosexuales jamás hubieran podido crear la mitad de la belleza que existe en este planeta gracias a nosotros, porque les duela o no, poseemos una actitud una formación estética superior a ustedes los que se tildan de normales.
ROSA.- Pendejadas.
ROBERTO.- Realidades. Yo no sé por qué tu papá me está haciendo esto. Yo lo único que hice fue amar a tu hermano. Yo no soy un puto, ni un regalado. Yo jamás me he acostado con otro hombre que con tu hermano. Nosotros fuimos felices ¿O es que nada más los heterosexuales son capaces de ser felices viviendo en pareja? ¿Dónde dice eso?
ROSA.- Eres un aberrrado, igual que mi hermano. ¡¡¡Todos los que son como ustedes me dan asco!!!
ROBERTO.- (ESTALLA PROGRESIVAMENTE) ¿Y eso por qué? Por miedo a ver que sí podemos hacer los que ustedes nunca harán? Mírate tú: fracasada, sola, sin hombre, porque para ti la felicidad sólo se logra viviendo en pareja y ningún macho se cala tus impertinencias, tus manías y tu neurosis. Te he observado demasiado estos últimos años, en los que uno de tus fracasos sentimentales seguía a otro y a otro... y he visto con dolor cómo todos tus pretendientes se acercan entusiasmados y te miran como la niña linda que luego se les convierte en una tragedia, un fastidio, una impertinencia mezclada con una insatisfacción y tus miedos mientras los invades y tratas de adoptarlos, de encargarte de todo lo que ellos hacen, de consentirlos, de llevarles las agendas, los teléfonos, las citas... y siempre te dejan sola, porque los asfixias y huyen de ti como quien huye de la peste después de que se acuestan contigo, como quien se acuesta con una muñeca de plástico.
ROSA.- Marico.
ROBERTO.- (SIN ESCUCHARLA) ... Ningún hombre te soporta porque te malacostumbraron, tu mamá y tu papá queriendo convertirte en una mujer te volvieron mal educada, te hicieron pensar que tú lo sabías todo y todo lo hacías mejor que nadie y ningún hombre quiere calarse a una mujer como tú. Así como ninguna mujer se cala al drogadicto delincuente taimado de tu hermano Julio. Y aunque te dé asco lo que somos, tu hermano Leopoldo fue feliz conmigo. Y aunque lo asuman o no los seres como tú, a nosotros, los gays, los que hemos estado vetados y marginados de la sociedad por siglos, nos llegó el momento para ser felices y hacer felices al resto de los seres humanos, a esos niños de la calle, o indigentes sentimentales a los que la vida les negó una oportunidad para tener una familia convencional, un amor incondicional, una felicidad aceptada y anhelada. Mientras los seres como tú se revuelcan en la procacidad de su no existencia.
(LA LUZ CAMBIA PARA INDICARNOS QUE ESTAMOS EN EL PRESENTE)
ROSA.- ¡¡No, no, no!! ¡¡No quiero sentarme a comer con él!! ¡¡No lo acepto!!
VITO.- Me sabe a caca... Porque aquí, en mi casa se hace lo que yo digo que se haga... ¿Entiendes? Porque puedo repetírtelo una vez más: tienes dos alternativa... o te acoges a mis órdenes... o ve recogiendo porque quiero ser feliz los últimos meses o años que me quedan de vida... Y no estoy dispuesto a que tus inseguridades y tus paranoias me hagan más daño... aunque sea en nombre del amor que dices que me tienes... Porque hay amores que matan, Rosa... y el tuyo es de esos...
ROSA.- Exagerada.
VITO.- Histérica.
ROSA.- ¡¡Papááá!!
(VITO LOS MIRA CON ODIO)
JULIO.- Voy al jardín... a fumar... si me necesitan.
ROSA.- Voy contigo... a ver si fumando me tranquilizo.
VITO.- Tendrías que fumarte un tabaco para elefantes.
JULIO Y ROSA SALEN HACIA EL JARDÍN. VITO LICUA LOS TOMATES, CEBOLLAS, AJOS Y COMPUESTO PARA LA SALSA. LE PONE SAL, LICUA UN POCO MÁS. PRUEBA Y APRUEBA MIENTRAS CANTURREA.
VITO.- Hmmm. Listo.
LEO.- Hola, papi...
VITO.- Hola mi amor... ¿Dónde estabas?
LEO.- En el ensayo...
VITO.- Esta salsa está quedando como a ti te gusta... Lástima que ya no comes...
LEO.- Lástima...
VITO.- Ya le dije a tus hermanos que invité hoy a Roberto a comer con nosotros.
LEO.- A él le va a gustar mucho... Yo siempre le contaba de tu comida, le decía que tus pastas eran las mejores del mundo entero... y entonces soñábamos, acostados en la cama, poder venir algún día juntos a comer contigo y con mis hermanos... como una familia... Pero no pudo ser...
VITO.- Y te juro que lo lamento... yo fui un bruto... y tus hermanos no se quedan atrás... Rosa sigue siendo homofóbica... Y Julio siempre está tan fumado que no sé ni qué piensa... porque siempre está cool.
LEO.- No importa... lo más importante es que hayas invitado a Roberto finalmente, porque seguro que te trae la sorpresa que siempre quise darte...
VITO.- ¿Y por qué no me la diste?
LEO.- No me dio tiempo.
VITO.- Es verdad... Pero dame una pista...
LEO.- La pasta está lista... y si no la sacas ahora se va a pegar.
VITO.- Leopoldo, no me evadas... A mí no se me pega nunca la pasta... ¿Cuál es la sorpresa que Roberto me va a traer?
LEO.- Lo único que puedo decirte es que coloques dos juegos de cubiertos de más y no uno.
VITO.- ¿Pero él es uno? ¡¿o viene con otro?! ¡¿Con su nuevo amor?!
LEO.- Viene con nuestro otro amor... Haz lo que te digo... y no preguntes más...
VITO MIRA A LEO COMO TRATANDO DE DESENTRAÑAR EL SECRETO.
VITO.- Dime que no me voy a asustar...
LEO.- No te vas a asustar... es posible que te sorprendas y hasta que dudes... pero te prometo que no te vas a asustar.
VITO ESCURRE LA PASTA. LE PONE ACEITE DE OLIVA, AJO Y AJÍ DULCE EN PEDACITOS QUE HA PICADO MUY PEQUEÑOS Y UNA PIZCA DE SAL.
VITO.- Te prometo que va a ser una gran comida. ¡¡Rosa, Julio!! ¡¡Ayúdenme a poner la mesa mientras yo me cambio!!
LEO PONE EL BARBERO DE SEVILLA UNA ÓPERA A TODO VOLUMEN MIENTRAS ROSA Y JULIO COLOCAN LA MESA DE MALA GANA. TOCAN A LA PUERTA.

VITO.- (EMOCIONADO COMO UN NIÑO) ¡Es él! ¡Ya llegó!


ARTICUACIÓN

II
ROBERTO

VITO ABRE LA PUERTA Y EN EL UMBRAL CON UN PEQUEÑO RAMO DE ROSAS ROJAS ESTÁ PARADO ROBERTO. UN EJEMPLAR HERMOSO, DEMASIADO ATRACTIVO PARA SER HETERO SEXUAL, PERO SIN UNA PIZCA DE AMANERAMIENTO.

ROBERTO.- Hola, Vito. Vine.
ROSA.- Lo sabemos.
VITO.- Pero no te quedes ahí... Vamos, pasa... te estábamos esperando.. ¿verdad?
ROSA.- Umjú. Estábamos desesperados porque no llegabas
JULIO LEVANTA LA MANO Y SALUDA. ESTÁ TRABADÍSIMO POR LO QUE ACABA DE FUMAR.
ROBERTO.- Pero no vine solo...
ROSA.- ¡Qué descaro!
JULIO.- Creatividad.
VITO.- No te preocupes... yo estaba avisada... Leopoldo me dijo que si alguna vez venías no ibas a venir solo.
ROSA.- ¿Qué Leopoldo, papá?
JULIO.- Tu hermano, boba...
ROSA.- qué horror...
ROBERTO.- Vine con ella...
VITO.- ¿Ella?
ROBERTO.- Mi hija... Es decir nuestra hija.
ROSA.- ¿Cómo que su hija? ¡¿Pero él no es...?!
VITO.- ¿Qué fue Rosa?
Y APARECE UNA HERMOSA ADOLESCENTE DE QUINCE AÑOS VESTIDA A LA MODA.
PENÉLOPE.- Hola.
VITO.- (SORPRENDIDA) Pero, esa niña... esa niña es idéntica a mi hija...
VITO BUSCA CON LA MIRADA A ROSA Y SUS LERDOS HIJOS SE LEVANTA PARA VER A LA ADOLESCENTE EN TODO SU ESPLENDOR.
PENÉLOPE.- A su hija Rosa cuando era pequeña... Eso decía mi papá Leo...
A VITO LE CAE LA LOCHA Y SE TAPA LA BOCA CON LOS OJOS LLENOS DE LÁGRIMAS ANTE LA IMPRESIÓN TAN GRANDE.
VITO.- ¿Tú papá Leo?
ROSA.- Tuvo una hija.. ¡Leo tuvo una hija con Roberto...!
PENÉLOPE.- Sí, soy yo... Mucho gusto... soy Penélope
LE EXTIENDE LA MANO A ROSA Y ESTA SE LA DA EMBOBADA.
ROSA.- ¡¿Pero cómo?! (TR. LE DA LA MANO) Rosa.
PENÉLOPE.- (MIRÁNDOLE EL MANICURE) También me gustan las uñas pintadas en esos tonos.
VITO.- (ABRAZANDO A LA NIÑA) Roberto... ¿Ella es...?
ROBERTO.- Nuestra hija Penélope, Vito....
ROSA.- No entiendo... porque por lo visto esta niña vive conflictos de paternidad múltiple.
PENÉLOPE.- Múltiple, no, yo sólo tuve dos papás... y ahora tengo uno... sólo a Roberto.
VITO.- (SIN QUERER PREGUNTAR MÁS PARA NO SER MAL EDUCADA) Pasen... Bienvenidos... Bienvenida a tu casa, Penélope... pasen adelante...
JULIO PONE EN EL EQUIPO DE SONIDO UNA DE LAS PIEZAS MÁS FAMOSAS DEL CANTANTE GEORGE MICHAEL (LIKE A JESÚS TO A CHILD).
ROSA.- ¿Tienen que poner esa música?
JULIO.- Era el que más le gustaba a mi hermano.
PENÉLOPE.- Y a mi papá.
JULIO.- Son los mismos... creo...
VITO Y PENÉLOPE.- Era su ídolo.
ROSA.- Qué cursi.
RÍEN DE LA CASUALIDAD.
VITO.- Bueno Pasemos a la mesa de una vez...
ROBERTO.- A la mesa...
ROSA.- ( A PENÉLOPE) Siéntate aquí. Ese era el puesto de mi hermano Leo...
PENÉLOPE.- ¿Mi papá?
ROSA.- Umjú... Tu otro papá.

ARTICULACIÓN.

III
LA CENA
TODOS SENTADOS A LA MESA ESPERAN QUE VITO SIRVE UNA ENSALADA CAPRESA COMO ENTRADA MIENTRAS HA COLOCADO LA PASTA EN EL CENTRO DE LA MESA CON LA JUGOSA Y ESPESA SALSA DE TOMATE Y TOCINO AL LADO. MIENTRAS ROBERTO Y JULIO INTENTAN ABRIR LA BOTELLA DE VINO Y ROSA ESTÁ EMBOBADA MIRANDO LA HIJA DE SU HERMANO.

PENÉLOPE.- Es muy bonito su papá...
ROSA.- El tiempo lo ha vuelto viejito... pero te aseguro que cuando era joven era bello... le llovían las novias... Nunca entendimos por qué no se casó más después de que mamá murió.
JULIO.- ¿Vino?
ROSA.- No, después...
LE SIRVE A VITO, A ROBERTO Y LE HACE SEÑAS A PENÉLOPE QUE A ELLA NO LE VA A SERVIR PORQUE ESTÁ MUY PEQUEÑITA.
VITO.- Rosa deja de hablar aguado... que el cura dice cuando nos casamos: “juntos hasta la muerte...” y yo jamás les hubiera podido poner un suplante... ¿Se imaginan que les hubiera puesto una mamá de sustituta? ¿Cómo se hubieran sentido? Además... no... y yo casarme con una vieja... eso nunca... Las mujeres viejas tiene muchas malas mañas... y la verdad es que yo no estaba dispuesto a calarme las impertinencias de una vieja a la que a lo mejor ni se acordaba cómo se hace el amor! ¡¡Ay... perdón..!! ¡¡Perdón Penélope!! ¡¡Yo no quise decir eso!!
ROBERTO.- No se preocupe Vito, estás en tu casa y Penélope sabe que aunque oiga hay cosas que escucha y cosas que no... ¿Verdad, mi amor?
PENÉLOPE.- No escuche nada de nada... pero estoy de acuerdo con el señor VITO... con una vieja...
PENÉLOPE, VITO Y JULIO.- ¡¡Jamás!!
SE RÍEN.
VITO.- ¡A comer...!
TODOS ORAN EN SILENCIO ANTES DE COMENZAR A COMER. NADIE LE QUITA LOS OJOS DE ENCIMA A PENÉLOPE QUE LE HACE SEÑAS A ROBERTO Y ÉL SE RÍE DE LA SITUACIÓN.
VITO.- Buen provecho.
COMEN. ROSA APENAS PRUEBA LA ENSALADA Y VE A LOS DEMÁS COMER. JULIO Y ROBERTO BEBEN MIENTRAS COMEN.
PENÉLOPE.- Está deliciosa la ensalada... mi papá no le pone tanto aceite de Oliva porque dice que eso engorda... pero esto está delicioso...
ROBERTO.- Los tomates son una belleza, Vito.
VITO.- Tuve que andar Caracas entera... pero ya conseguí un lugar... Aunque te parezca extraño, frente al Pasaje Zing llegan unos camiones de unos negros que no son de aquí... y siempre tienen esos tomates bellos...
ROBERTO.- Yo recuerdo que, cuando era pequeño, todos los tomates eran así, grandes, hermosos, delicados... manzanos los llamaban en mi casa...
JULIO.- Y aquí también.
VITO.- Tenían un sabor diferente...
ROBERTO.- ... casi no habían esos que uno llama “ tomate perita”, pero después, cuando empezó el boom petrolero, con la desaparición de Caracas Vieja y dejar de ser un país rural, pasamos a ser urbanos y prácticamente desaparecieron los tomates manzanos y sólo quedaron los chiquitos...
JULIO.- Bueno ahora a los grandes los llaman tomates margariteños... porque dicen que solamente se dan en aquella esquina olvidada del mundo.
ROSA.- Cada pueblo tiene los tomates que se merece... y si algún pueblo intentaría independizarse de Venezuela antes que los mismos maracuchos, serían los margariteños... con decirte que venden la isla como un destino en el Caribe y no como si fuera parte de Venezuela... Porque y que si no nadie iría a la isla.
VITO.- Bueno, vamos a estar claros, es que las noticias de nuestro país en el exterior son realmente alarmantes... cualquiera diría que las informaciones las da alguien que nos odia...
ROBERTO.- O a lo mejor estamos tan metidos en nuestras historias particulares que no nos damos cuenta de lo que realmente pasa alrededor de nosotros...
SILENCIO. BEBEN Y VITO COMIENZA A SERVIR POR PLATOS LA PASTA.
JULIO.- ¿Vino?
ROBERTO.- Un poco...
ROSA.- Por eso digo que cada pueblo tiene el tomate que se merece... (TR) ¡Papá no me eches tanta pasta que después me voy a poner como un vaca!
VITO.- Yo no sé cuando va a terminar de crecer esta mujer... Han pasado los años y se sigue comportando como una adolescente estudiante de bachillerato. (A PENÉLOPE) ¿Tú que piensas?
PENÉLOPE.- Que los niños somos la esperanza del mundo.
VITO.- (IMPACTADO POR LA RESPUESTA) Gracias a Dios... porque estos dos dejaron de ser niños hace años... pero quieren convencerme de que no ha crecido y me quieren volver loco... (CONFIDENTE) No me han pegado porque no me he dejado... porque a ellos les encantaría agarrar una correa y caerme a palo cada vez que pueden y no hago lo que quieren que haga...
ROSA.- ¡¡Papá!!
JULIA.- ¿Y esas confesiones a esta hora?
VITO.- Estoy hablando con el futuro... porque si me descuido nadie va a recordar que también fui humano...
ROBERTO.- (DIVERTIDO) Vamos, Vito, todavía tienes mucha vida por delante...
VITO.- Digamos que sí... que por delante me queda vida... porque por detrás, nada... hay recuerdo que no quiero ni volverme para pensar que nunca existieron...
LAS IMÁGENES NO DEJAN DE COMER PERO COMO EN BURBUJAS INDIVIDUALES, SIN DARSE CUENTA LO QUE OCURRE. REGRESAMOS AL PASADO. VITO PELEA CON LEOPOLDO. PENÉLOPE LO OBSERVA TODO
VITO.- No lo entiendo. No me lo expliques, porque no lo entiendo y no lo voy a entender nunca, aunque tenga que meterme la lengua en el rabo porque tú tienes tu vida como te dé la gana y no como yo quería que fueras.
LEO.- No por no hablar de la muerte dejas de morir.
VITO.- No me interesa... pero no me gusta... A mí no me criaron para entender a los maricos y a las lesbianas.
LEO.- Es que si descubro que Rosa es Lesbiana soy capaz de devolver por lo menos la mitrad del carnet.
VITO.- Dios te va a castigar.
LEO.- Mentira, eso lo inventaron los heterosexuales para presionarnos y hacernos sufrir. Nosotros también somos hijos de Dios y los seres incomprensivos como tú han hecho que nosotros nos convirtamos en los seres abominables que a veces llegamos a ser. Si fueran menos insensibles... menos temerosos o menos brutos, en este momento no hubieran tantos homosexuales muertos, acomplejados, maltratados o escondidos... temerosos de asumir lo que son para que no le hagan daño... porque estoy convencido que los heterosexuales necesitan víctimas para poder sobre vivir y ya que los negros no lo son más, tenemos que ser nosotros...
VITO.- Cállate, Leopoldo, o te rompo la cara.
LEO.- Mátame si quieres pero no puedo dejar de ser Gay porque a ti te da la gana. ¡¡No puedo!! ¡Me gustan los hombres! Y no voy a dejar de tener pareja... de mi sexo, pero pareja... porque hay muchas maneras de morirse allá afuera, en la calle y se duplican cada día... y no quiero que mi vida se acabe por un goce eventual o por una equivocación... además, así como tú amaste al hombre que fue mi padre, así yo amo a Roberto... Tengo derecho a amarlo como me salga del forro y él va a ser mi amor mientras yo viva y hasta que yo muera.
VITO.- ¡¿Por qué tuviste que nacer así?
LEO.- ¡¿Qué quieres?! ¡¿Que me sienta inferior porque te da pena que tus vecinos y los amigos de la familia sepan que yo preferí los hombres a tener que calarme a las histéricas e insatisfechas y mentirosas de las mujeres y sus manías y taras!!! Son territoriales, histéricas, maniáticas, neuróticas... ¡¿No se han preguntado nunca cómo pueden los hombres enamorarse de un ser tan vil?! Y lo peor es que han inventado todo tipo de trampas para que los malos seamos nosotros... Y a los que se les ocurre tener hijos con ellas y deciden que no las quieren más porque se obstinaron de sus viditas, entonces les embargan desde el sueldo hasta el futuro, porque no pueden pegarles, porque las dejaron de querer por lo que son. Escúchalo bien: por lo que son. El sexo femenino debería preguntarse por qué cada día hay más hombres desamparados que optan por compartir con otro hombre y menos que quieren regresar con ellas que son sus hembras... sus mujeres... porque, en nombre del honor y la familia han acabado con la familia, el honor, la felicidad diciendo que fueron los hombres y si las dejan van a terminar acabando hasta con la vida sobre el planeta. A lo mejor con el tiempo se descubre que el Sida fue un invento de una mujer.
VITO SE ACERCA Y LE TUERCE LA CARA DE UNA BOFETADA A SU HIJO.
VITO.- Misógino.
LEO.- No, misógino no; marico, papá... Ma-ri-co y con marido... y defendiéndome de lo corrosivas que suelen ser las mujeres, a mucha honra, porque son nuestras enemigas naturales y no van a dejar de serlo nunca.
VITO REGRESA DESTRUIDO A LA MESA Y LLORA EN SILENCIO, LEO DESAPARECE Y LOS COMENSALES SE DESCONGELAN.
VITO.- (OCULTSANDO LÁS LÁGRIMAS) ¿Más salsa?
ROBERTO.- Sí, por favor... Porque a eso vinimos... a comer de su comida...
PENÉLOPE.- Papá, mi abue... el señor VITO está llorando.
ROSA.- Ni lo repitas porque nos hace el show del pobre martir agobiado por el sufrimiento que le producen los seres que ama..
VITO.- No le hagan caso a Rosa que cada vez está más insoportable... (A PENÉLOPE) Es que soy un viejo llorón y estoy feliz de que hayan venido... aunque me van a disculpar si de pronto yo... o alguno de mis bebés se pone subido de tono o grueso. ¿Te gusta mi comida?
PENÉLOPE.- Hmmm. Está riquísima. Es tan rica como me contaba mi papi Leopoldo cuando estaba chiquitica.
ROBERTO.- ¿Ve? Era lo que más queríamos hacer desde hace tiempo... Incluso desde que Leo estaba vivo... Venir juntos a comer con ustedes.
VITO.- ¡¡Qué brutos solemos ser los padres!! ¿verdad?
JULIO.- ¿Se acabó la pasta?
VITO.- Pero puedo hacer más si quieres, hijo.
ROSA.- No hagas más pasta que ya Julio parece una vaca.
PENÉLOPE.- Si quieres te doy esta que me quedó de la mía.
VITO.- No señor.... Es mi primera comida de mí parte para ti y quiero que te comas todo y dejes el plato vacío, como se hace en los pueblos europeos, que después de las guerras aprendieron que lo que te sirves en el plato es bendito y sagrado y debe comerse completo.

ARTICULACIÓN JULIO Y ROSA HACEN GESTO DE DESAPROBACIÓN Y SE LLEVANA PENÉLOPE CON ELLOS A LA MESA DEL RECIBO.

INTERMEDIO PARA RECOGER LOS PLATOS DEL PÚBLICO.



ARTICULACIÓN.



IV
PLUS CAFÉ

PENÉLOPE ESTÁ JUGANDO SCRABBLE CON JULIO Y ROSA Y VITO APROVECHA PARA CONVERSAR EN PRIVADO CON ROBERTO.

VITO.- (INTIMO) Y cuéntame... ¿cómo pasó? Porque esta cabeza mía no me deja entender cómo esa niña puede ser mi…
ROBERTO.- ¿Penélope?
VITO.- Umju.
ROBERTO.- Me tiene que disculpar, porque el cuento le podría parecer un poco grueso, pero la verdad es que los dos la deseábamos...
VITO.- ¿Los dos?
ROBERTO.- Él y yo...
VITO.- No entiendo...
ROBERTO.- Me pregunto si de verdad quiere conocer los detalles...
VITO.- Quiero, Roberto... quiero conocer todos los detalles que años atrás me negué a aceptar y a conocer de mi hijo, porque creí que el único que tenía un modo de vida correcto era yo... y mírame: solo, desdichado, con dos hijos que no me quieren, que no terminan de crecer y van directo a los cuarenta sin haber logrado nada porque todo les da miedo si papá no se los aprueba... y él único que se atrevió a desobedecerme, fue el único que pudo llegar a ser feliz, aunque le costara la vida... Así que quiero conocer todo lo que antes no escuche sobre mi hijo
PENÉLOPE.- (DISCUTIENDO CON JULIO POR UNA PALABRA) El temor a las cosas desconocidas no justifica ni el maltrato ni la vejación.
JULIO.- Perro, chama, de donde sacaste eso.
PENÉLOPE.- De ver a mis dos papás. Todos Los niños tenían una mamá y un papá y yo sólo tenía dos papás... Y son gays. Pero no por eso los he dejado de querer nunca.
ROSA.- Pero eso es una aberración.
PENÉLOPE.- Si no hay amor y no me lo hubieran explicado clarito, sí; pero como me lo explicaron no.
ROBERTO.- Penélope…
VITO.- Déjala que diga lo que quiera… esta es su casa…
PENÉLOPE.- Escuchen que yo se los voy a explicar a ustedes. Presten atención para que no incurran en equivocaciones: “Declaración Universal De Los Derechos Sexuales: La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de las necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor.
JULIO.- ¡¡Tukí!!
PENÉLOPE.- La sexualidad es construida a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
ROSA.- (APARTE A JULIO) ¡¡Qué horror!! ¡¿Cómo han hecho para que esta niña tan pequeña diga estas cosas?!
PENÉLOPE.- Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad inherente, dignidad e igualdad para todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurarnos que los seres humanos de las sociedades desarrollen una sexualidad saludable, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades de todas las maneras. (TR) Papá enumérame y yo voy diciendo
ROBERTO.- El Derecho a la Libertad Sexual.
PENÉLOPE.- La libertad sexual abarca la posibilidad de los individuos de expresar su potencial sexual. Sin embargo, esto excluye todas las formas de coerción sexual, explotación y abuso en cualquier tiempo y situaciones de la vida.
ROBERTO.- El Derecho a la Autonomía Sexual, Integridad Sexual y Seguridad del Cuerpo Sexual
PENÉLOPE.- Este Derecho involucra la habilidad de tomar decisiones autónomas sobre la vida sexual de uno dentro de un contexto de la propia ética personal y social. También incluye el control y el placer de nuestros cuerpos libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.
ROBERTO.- El Derecho a la Privacidad Sexual
PENÉLOPE.- Este involucra el derecho a tomar decisiones individuales y conductas sobre la intimidad siempre que ellas no interfieran en los derechos sexuales de otros.
ROBERTO.- El Derecho a la Equidad Sexual
PENÉLOPE.- Este derecho se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o invalidez física o emocional.
VITO.- (ACUSANDO MALESTAR) ¡Ya...! ¡suficiente...! Eres una niña muy inteligente…
TODOS ESTÁN BOQUIABIERTOS.

ROSA.- ¿Niña... y tú juegas?
PENÉLOPE.- Mucho. Tengo buenas amigas... porque la sexualidad de mis papás no influyó en mis gustos y son de lo más comunes y corrientes... Vivir con hombres es complicado, sobre todo cuando son viudos, como mi papi Roberto.
ROSA.- ¿Viudo?
PENÉLOPE.- De mi papá Leopoldo... Yo estaba chiquita, pero me acuerdo. Me habían dejado en casa de mi tía Jasmín y llego mi papá Roberto llorando, sin nada.
VAMOS VIENDO LA ESCENA DE LEOPOLDO MÁS JOVEN QUE LLEGA ANTE UNA CUNITA DESHECHO EN LÁGRIMAS.
PENÉLOPE.- Y tuvimos que quedarnos un tiempo con ella hasta que mi papá me compro ropa y se compró para él y consiguió una casa para que nos fuéramos, porque después que se murió papá Leo, ustedes le quitaron todo a papá Roberto.
ROBERTO.- ¡Penélope... no...!
VITO.- Déjala.
PENÉLOPE.- ¿Sabían que en Argentina, un señor homosexual de San Miguel logró que la Justicia le reconociera el derecho a tramitar el cobro de una pensión por viudez tras la muerte de su pareja?
ROSA.- ¿Qué?
JULIO.- ¿Eso es verdad?
PENÉLOPE.- Como la Guerra de las Galaxia de su época. ¿Verdad, papá?
ROBERTO.- Bueno, sí, un hombre de 33 años, gestor de automotores que convivía con un médico soltero y sin hijos, afiliado a la mencionada Caja, quien falleció el 14 de enero de 2003. Al gestor se le demostró que efectivamente convivió durante 11 años con el doctor y se le otorgó el fallo inédito
VITO.- (CON UN DEJO AMARGO) El de recibir el cobro de una pensión por viudez.
PENÉLOPE.- Umjú. ¿Qué te parece?
VITO.- Tienes la lengua ágil, como mi hijo Leopoldo.
PENÉLOPE.- Mi papá dice que lo que se hereda no se hurta.
JULIO.- Straight.
VITO.- Tienes razón, bonita. ¿Roberto, es mi nieta...? ¿es mi nieta verdad?
ROBERTO AFIRMA CON LA CABEZA Y VITO ACUSA UN INMENSO DOLOR EN EL PECHO QUE TRATA DE DISIMULAR ANTE LOS PRESENTES.
ROSA.- ¿Cómo su nieta? Yo ya escuché que es la hija de mi hermano, pero necesito una explicación coherente, clara, sin rollos ni enredos. Explícame.
ROBERTO.- Leo siempre quiso tener niños y lo que no sabía era que mi hermana Anaís había tenido muchas decepciones amorosas y quería también un bebé, pero sin hombre. Entonces fuimos a un banco de semen. Leo hizo la donación solicitada, mi hermana lo recibió y salió embarazada de esta belleza.
PENÉLOPE.- Gracias, papi.
ROSA.- ¿Y tu hermana?
PENÉLOPE.- Murió.
ROBERTO.- Anaís murió pocos días después del parto por un ataque de clancia post parto y yo pedí la custodia de la recién nacida... que tiene genes de mi familia y de su familia.
JULIO.- ¿Y ese nombre?
LEOPOLDO (OFF) Y PENÉLOPE.- Es el nombre de la esperanza, para que la tolerancia, Dios y la igualdad nos ayuden a todos a ser felices sin obstáculos...
ROBERTO.- Eso decía Leo.
VITO.- Eso decía Leo...
ROBERTO.- Bueno... creo que no la hemos hecho sentir muy bien... y creo que han sido suficientes secretos develados y es tiempo que nos vayamos...
VITO.- Roberto.
ROBERTO.- ¿Sí, señor Vito?
VITO.- Perdón.
SILENCIO.
ROBERTO.- ¿Por que?
VITO.- Por lo que te hice. Por echarte a la calle y quitarte todo lo que era de ustedes, pensando que sólo yo era capaz de sufrir por mi hijo
ROBERTO.- (CON UNA ESPLÉNDIDA SONRISA) Vamos a hacer una cosa. Vamos a vivir hacia delante y vamos a dejar el pasado atrás, ¿le parece?
VITO.- No. No me parece, porque yo no tengo futuro, Roberto... Di que me perdonas Roberto. Dilo.
ROSA.- ¿Cómo Puedes humillarte, papá? ¿Cómo puedes pedir que te perdone un homosexual como Roberto?
JULIO.- Yo también te pido perdón.
ROBERTO.- La perdono en nombre de Leopoldo, de Penélope y en nombre de las lágrimas que derramé por su hijo, señor Vito.
PENÉLOPE.- Yo también te perdono, abuelito.
VITO.- Gracias porque a pesar de tantas barrabasadas y tantas equivocaciones que cometí yo supuse que esto no iba a ocurrir hoy... Gracias. Necesitaba que fuera hoy
ROBERTO.- Buenas noches.
PENÉLOPE.- ( A ROBERTO) ¿Puedo pedirle la bendición al señor abuelo Vito?
VITO.- Claro que puedes hacerlo, mi niña.... Claro que puedes pedírmela. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo, tu abuelo Vito le pide a Dios que le permita bendecirte por ahora y siempre. Amén.
PENÉLOPE.- (ABRAZA AL VIEJO CON MUCHO AMOR) Gracias por ser mi abuelito. Te quiero.
VITO.- Y yo a ti.
PENÉLOPE.- Chao, tía... chao tío.
ROSA.- Dios te bendiga, niña Linda.
JULIO.- Que Dios te bendiga.
(ROBERTO TOMA DE LA MANO A PENÉLOPE Y DEL OTRO LADO LEOPOLDO LE TOMA LA MANO A LA NIÑA Y SE VAN LOS TRES. VITO HA QUEDADO DESARMADO Y ROSA TRATA DE SER FUERTE)
LA CANCIÓN DE GEORGE MICHAEL SE MEZCLA CON UN ARIA DE LA ÓPERA AIDA.

ARTICULACIÓN.

V
La tragedia

DESPUÉS DE UN GRAN SILENCIO EN EL QUE LOS TRES SE HAN QUEDADO VIENDO A LA PUERTA OBNUBILADOS
ROSA.- Es linda. Yo tú me ocuparía de quitarle esa niña a ese...
VITO.- Cuidadito con lo que vas a decir de Roberto, Rosa.
ROSA.- ¡Pero es verdad…! ¿Qué puede enseñarle un homosexual a una niña tan inteligente… Puras ociosidades.
VITO SE APROXIMA LENTAMENTE HASTA SU HIJA. LE PROPINA SENDA BOFETADA Y LA DEJA TIRADA EN EL PISO
JULIO.- Bestia. Nunca pensé que te ibas a poner así por una nietecita.
VITO.- Mi nieta mayor... (ACUSA UN DOLOR FULMINANTEN EN EL PECHO)
ROSA.- (SIN PERCATARSE DEL DOLOR DEL VIEJO) Dime una cosa, papá... ¿Por qué tanto interés por invitar a Roberto? ¿Tú sabías lo de la niña?
VITO.- No lo sabía...
ROSA.- Pero parecía que sí... ¿Entonces por qué?
VITO.- Porque sin que mis hijos se hayan dado cuenta... estoy muerto. (CAE FULMINADO)
ROSA Y JULIO.- ¡¡¡Papá!!

OSCURO.


CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ.
Fin.
27 de septiembre de 2006.

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